Reducir la Huella de Carbono de las movilidades escolares que transportan cada día a nuestras estudiantes, es un tarea nada fácil. Las estudiantes analizaron cada caso que tuvieron a cargo, y propusieron las siguientes alternativas, en orden de importancia:
CONDUCCIÓN INTELIGENTE
Aplicar una conducción inteligente: acelerando y frenando suavemente, manteniendo una velocidad constante y priorizando tramos rectilíneos. La disminución de la Huella de Carbono se estimó en un 12%, según apreciación de los conductores.
VARIACIÓN DE LAS RUTAS
Reducir la longitud de las rutas. Sin embargo, esto afectaba a algunas estudiantes porque debían caminar entre 2 o 3 cuadras. La disminución de la Huella de Carbono fue estimada en el mejor de los casos, en un 25%, de acuerdo a los cálculos realizados.
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